31 Août. ¿Qué entendemos por “más vale prevenir que curar”?
Este refrán ha preservado hasta nuestros días las mismas connotaciones. ¿Cuál es entonces su significado? ¿En qué contextos se utiliza? ¡Veámoslo a continuación!
Significado
A diferencia de otros dichos y refranes, el significado que encierra la locución estudiada es bastante literal, ya que mediante la pareja de infinitivos se aconseja que es mejor tomar las medidas necesarias y ser prudente o precavido para no enfermar y así no tener que “curar”. Sin embargo, a pesar de su literalidad, su significado puede aplicarse a un sinfín de situaciones de forma metafórica, por lo que parte del sentido viene otorgado por el contexto en el que se emplea el refrán. Es por esto que, de cara a un examen, aquellas personas más experimentadas nos animan a estudiar, puesto que más vale estudiar a tiempo y prevenir así el suspenso, que tener que estudiar el doble tras el mismo.
Origen del refrán
Más propio del registro oral que del escrito, la abogacía por la prudencia siempre ha sido algo instintivo en el contexto popular. Como consecuencia, aunque no parece remontarse a un punto exacto de la Historia, no sería raro que abuelos, tatarabuelos y antepasados ya empleasen esta expresión a modo de consejo. Por otro lado, debido a su popularidad, existen variantes de la misma, como son “más vale prevenir que lamentar” o “más vale prever que curar”.
Un ejemplo
En el refranero multilingüe de la plataforma Centro Virtual Cervantes, encontramos recogido un ejemplo de la variante del refrán, “más vale prevenir que ser prevenidos”, entre las páginas de La Celestina de Fernando de Rojas, obra que nos lleva hasta finales del siglo XV y principios del XVI. No obstante, es en las conocidas Cinco horas con Mario, novela de Miguel Delibes, donde también se halla un ejemplo literal:
«Pero Álvaro es otra cosa, entiéndeme, no es que yo diga que por irse a los montes a prender hogueras haya que sobrealimentarle, pero está tan flaco, no tiene más que la piel y los huesos, Mario, que me preocupa ese chico, la verdad, que le viene cualquier cosa, le coge sin defensas y sanseacabó. Mamá decía, más vale prevenir que curar […]».
Asumir riesgos no es práctica desconocida, pero siempre conviene tener presente la sabiduría de este refrán que nos invita a prevenir, ¡para no curar!